sábado, 13 de septiembre de 2014

Nombre en clave Verity

Code name Verity | Elizabeth Wein | 408 páginas | Alfaguara | para comprar click aquí
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Dos chicas. Sus vidas cruzadas en una amistad improbable. Una lucha por sobrevivir a la guerra más devastadora.

TENGO DOS SEMANAS. DESPUÉS DE ESO, ME DISPARARÁN. Eso es lo que les hacen a los agentes enemigos. Eso es lo que nosotros les hacemos a los agentes enemigos. Miro cara a cara mi futuro y solo tengo una alternativa: cooperar. Es la única salida para alguien en mi situación, una chica descubierta en plena misión. Y haré lo que sea. Cualquier cosa con tal de evitar que el Huptsturmfúrer von Linden de las SS me interrogue otra vez. Von Linden ha dicho que dispondré de tanto papel como necesite. Lo único que tengo que hacer es relatar todo lo sé. Y lo voy a hacer. No soportaría otro interrogatorio. Pero la historia de cómo acabé aquí empieza con mi amiga Maddie. Ella es la piloto que me trajo a Francia: una invasión aliada de dos personas. Las dos éramos un equipo increíble.



Hay quienes dicen que este libro es una obra literaria y otros que no lograron soportarla, yo estoy en el medio.  Me pareció una novela muy bien escrita, con un gran talento para crear personajes, pero se me hizo excesivamente lenta.
Nombre en clave Verity narra la historia de Julie (Verity) una joven que fue capturada por el Gestapo, una organización Nazi, y en cautiverio es sometida a maltratos y torturas, por lo que desesperada acepta confesar todo lo que sabe sobre los Aliados (grupos militares que se unieron para terminar con la Alemania nazi, formados por soldados y civiles mayormente americanos, franceses e ingleses), traicionando a todos pero intentando salvar su vida.
Por lo que Von Liden, el inquisidor del Gestapo, decide permitirle hacer una confesión escrita a cambio de unos pocos vasos de agua y poder permanecer vestida.

Abro un paréntesis. Von Liden fue un personaje que me fascino, con el que tuve a lo largo de toda la novela una relación de amor porque protege a su hija y adora la literatura y odio porque es el mayor torturador del “castillo de carniceros” (el nombre que recibe el hotel ocupado donde forman este centro de detención del Gestapo). Es cruel, taciturno y tiene una sorprendente sangre fría, pero a la vez resulta ser muy caballero e interesante, diría que sufrí una versión literaria del síndrome de Estocolmo. Cierra paréntesis.
Esa confesión, resulta ser el libro que estamos leyendo.
Con lentitud y gran capacidad narrativa, Verity nos relata cómo termino saltando de un avión en territorio enemigo, toda su historia contada en tercera persona intercalada con las torturas a las que es sometida.
Toda la constante y desconcertante información sobre aviones, se ve cortada por la fuerte lealtad entre dos jóvenes y decididas mejores amigas.
El amor está muy presente, aunque este libro no tiene ni una gota de romanticismo, el amor fraternal entre Julie y Maddie es conmovedor.
Es un libro diferente a cualquier cosa que haya leído antes, por lo que francamente dudo que alguien pueda predecir de qué trata antes de leerlo.
Es lento, como dije al principio, pero la causa es (tal y como lo explica Julie) que mientras alargue el relato, más tiempo tendrá de vida, porque mientras tenga algo que revelar, no van a asesinarla.
Particularmente, lo que me aburrió muchísimo fue el asunto de aviones, motores de aviones, accidentes de aviones, descripciones de aviones… pero dado que es un interrogatorio militar a una chica que podría saber con exactitud de donde sale los aviones bombarderos  británicos, es entendible. Además, la autora es piloto.
También se me hizo un pequeño caos, porque la historia de Julie está plagada de nombres claves y nombres reales, en los que se tarde unas cuantas páginas en acostumbrarme a quien es quien.
Pero sin duda, las pocas cosas que no me gustaron se ven totalmente opacadas por las cosas que me encantaron de este libro, especialmente los personajes.
Elizabeth Wein hace magia con los personajes.
Tenemos un reducido puñado de personajes, pero todos muy bien creados, con el nivel justo de complejidad en cada historia, no hay un solo hilo fuera de lugar. Al leer, es un constante zigzag entre si son buenos o malo, y para el final, nos sorprendemos cuando descubrimos quien es quien.
Sobre las advertencias que vi sobre las torturas a las que es sometida, no lo encontré chocante, porque más que un relato explicito es una descripción dentro de todo leve, más que nada porque la celda de Julie está junto a lo que sería la cámara de tortura y ella escucha pero no ve, y nos transmite eso a nosotros.
La conclusión es que si pienso que esta autora tiene un gran talento, quizás (en mi opinión, por supuesto) me gustaría un libro donde ella separe su talento para escribir y su cariño por los aviones.



*"las cadenas estaban ahí para recordarme de que soy una prisionera"

*”Las personas que practican la resistencia pasiva, deben ser consientes de que son tan importantes como los saboteadores”

*”-¡Besame Hardy! ¡Besame ahora!-[…] Y le disparé.”

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