Code name Verity | Elizabeth Wein | 408 páginas | Alfaguara | para comprar click aquí.
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Dos chicas. Sus vidas cruzadas en una amistad improbable.
Una lucha por sobrevivir a la guerra más devastadora.
TENGO DOS SEMANAS. DESPUÉS DE ESO, ME DISPARARÁN. Eso es lo
que les hacen a los agentes enemigos. Eso es lo que nosotros les hacemos a los
agentes enemigos. Miro cara a cara mi futuro y solo tengo una alternativa:
cooperar. Es la única salida para alguien en mi situación, una chica
descubierta en plena misión. Y haré lo que sea. Cualquier cosa con tal de
evitar que el Huptsturmfúrer von Linden de las SS me interrogue otra vez. Von
Linden ha dicho que dispondré de tanto papel como necesite. Lo único que tengo
que hacer es relatar todo lo sé. Y lo voy a hacer. No soportaría otro
interrogatorio. Pero la historia de cómo acabé aquí empieza con mi amiga
Maddie. Ella es la piloto que me trajo a Francia: una invasión aliada de dos
personas. Las dos éramos un equipo increíble.
Hay quienes dicen que este libro es una obra literaria y otros que no lograron soportarla, yo estoy en el medio. Me pareció una novela muy bien escrita, con
un gran talento para crear personajes, pero se me hizo excesivamente lenta.
Nombre en clave Verity narra la
historia de Julie (Verity) una joven que
fue capturada por el Gestapo, una organización Nazi, y en cautiverio es
sometida a maltratos y torturas, por lo que desesperada acepta confesar todo lo
que sabe sobre los Aliados (grupos militares que se unieron para terminar con
la Alemania nazi, formados por soldados y civiles mayormente americanos,
franceses e ingleses), traicionando a todos pero intentando salvar su vida.
Por lo que Von Liden, el inquisidor
del Gestapo, decide permitirle hacer una confesión escrita a cambio de unos
pocos vasos de agua y poder permanecer vestida.
Abro un paréntesis. Von Liden fue un personaje que me fascino, con el
que tuve a lo largo de toda la novela una relación de amor porque protege a su
hija y adora la literatura y odio porque es el mayor torturador del “castillo de carniceros” (el nombre que
recibe el hotel ocupado donde forman este centro de detención del Gestapo). Es
cruel, taciturno y tiene una sorprendente sangre fría, pero a la vez resulta
ser muy caballero e interesante, diría que sufrí una versión literaria del
síndrome de Estocolmo. Cierra paréntesis.
Esa confesión, resulta ser el libro que estamos leyendo.
Con lentitud y gran capacidad
narrativa, Verity nos relata cómo termino saltando de un avión en territorio
enemigo, toda su historia contada en
tercera persona intercalada con las torturas a las que es sometida.
Toda la constante y desconcertante
información sobre aviones, se ve cortada por la fuerte lealtad entre dos
jóvenes y decididas mejores amigas.
El amor está muy presente, aunque
este libro no tiene ni una gota de romanticismo, el amor fraternal entre Julie
y Maddie es conmovedor.
Es un libro diferente a cualquier cosa que haya leído antes, por lo que francamente dudo que alguien pueda predecir de qué trata
antes de leerlo.
Es lento, como dije al principio,
pero la causa es (tal y como lo explica Julie) que mientras alargue el relato, más
tiempo tendrá de vida, porque mientras tenga algo que revelar, no van a
asesinarla.
Particularmente, lo que me aburrió muchísimo
fue el asunto de aviones, motores de aviones, accidentes de aviones,
descripciones de aviones… pero dado que es un interrogatorio militar a una
chica que podría saber con exactitud de donde sale los aviones bombarderos británicos, es entendible. Además, la autora
es piloto.
También se me hizo un pequeño caos,
porque la historia de Julie está plagada de nombres claves y nombres reales, en
los que se tarde unas cuantas páginas en acostumbrarme a quien es quien.
Pero sin duda, las pocas cosas que no
me gustaron se ven totalmente opacadas por las cosas que me encantaron de este
libro, especialmente los personajes.
Elizabeth Wein hace magia con los personajes.
Tenemos un reducido puñado de personajes,
pero todos muy bien creados, con el nivel justo de complejidad en cada
historia, no hay un solo hilo fuera de lugar. Al leer, es un constante zigzag
entre si son buenos o malo, y para el final, nos sorprendemos cuando
descubrimos quien es quien.
Sobre las advertencias que vi sobre
las torturas a las que es sometida, no lo encontré chocante, porque más que un
relato explicito es una descripción dentro de todo leve, más que nada porque la
celda de Julie está junto a lo que sería la cámara de tortura y ella escucha
pero no ve, y nos transmite eso a nosotros.
La conclusión es que si pienso que
esta autora tiene un gran talento, quizás (en
mi opinión, por supuesto) me gustaría un libro donde ella separe su talento
para escribir y su cariño por los aviones.
*"las cadenas estaban ahí para recordarme de que soy una prisionera"
*”Las personas que practican la resistencia pasiva, deben ser consientes de que son tan importantes como los saboteadores”
*”-¡Besame Hardy! ¡Besame ahora!-[…] Y le disparé.”
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