The boy at the top of the
mountain | John Boyne | Salamandra | Autoconclusivo | 256 páginas | Para
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De padre alemán y madre francesa,
Pierrot ha tenido una infancia no muy distinta de la de cualquier niño de su
época. Sin embargo, nos hallamos en París, corre el año 1935 y la guerra que se
avecina trastocará el destino de millones de personas. Tras la muerte prematura
de sus padres, Pierrot deberá separarse de su íntimo amigo Anshel y abandonar
Francia para vivir con su tía Beatrix, que trabaja de ama de llaves en una
mansión imponente erigida en lo alto de una montaña. Pero no es una casa
cualquiera; se trata nada menos que del Berghof, la enorme residencia que Adolf
Hitler posee en los Alpes de Baviera.
Así, a sus siete años, alojado de
manera involuntaria en el entorno íntimo del todopoderoso Führer, Pierrot se
verá inmerso en un mundo tan extrañamente seductor como peligroso. En él no hay
lugar para la inocencia, y cuando al final de la guerra es capturado por los
aliados, Pieter —como ahora se llama— llevará un peso insoportable en su
conciencia. A su regreso a París, abrumado por la culpa, un aspecto clave de la
historia surgirá como una tabla de salvación, y el inesperado desenlace será
una muestra más de la insondable dimensión del perdón y la amistad.
Primero que nada, dedicar la reseña a Mer que dijo que le interesaba mi opinión sobre este libro así que ahí va.
El libro trata sobre un niño mestizo,
mitad francés y mitad alemán, Pierrot que vive en París con sus padres. Su
padre alemán, torturado por los recuerdos de la primer guerra mundial en
batalla, se vuelve una persona irritable y violenta que se desquita con su
mujer y su hijo, acabando por suicidarse. Poco tiempo después su madre fallece
de una enfermedad y va a parar a un orfanato.
Pierrot ha sido víctima de bullying
toda su vida por ser pequeño y delgaducho, este dato se vuelve relevante más
adelante en la línea.
Pierrot tiene una tía alemana que al
enterarse viene por él y lo lleva consigo a la casa donde trabaja como ama de
llaves, ahí es obligado a cambiar de nombre, ahora es Pieter, a olvidar a su
mejor amigo, un niño judío sordomudo, y también todo lo relacionado con su
madre francesa...
Bueno, son condiciones elementales si
se va a convivir bajo el mismo techo que Adolf Hitler.
La tía de pierrot es parte del
servicio en la casa de campo de Hitler y Pierrot, como tantos otros en esa
época, se queda maravillado ante un hombre que promete volver a Alemania en la
tierra de los dioses y que los alemanes tendrían la dignidad que merecían como
superiores, para un niño criado en la pobreza, en la humillación y sufriendo
por ser pequeño y débil, este hombre que le promete ser una pieza en su plan de
conquistar el mundo pone estrellas en sus ojos. Corrompiendo poco a poco los
valores y la luz que había en Pierrot.
Para muchos de nosotros es
incomprensible la admiración y devoción que muchos han sentido hacía este
hombre a lo largo del tiempo, y en este libro se nos plantea un porqué. Nos
muestra que tan terrible era esta persona pero a la vez que seductor e
interesante podía ser, ¿cuáles son las razones para que un niño criado junto a
un judío se vuelva un nazi? ¿Cuánto hace falta?
De nuevo, este autor nos muestra la
monstruosidad de la guerra a través de la inocencia de un niño que no entiende
lo que pasa y como ese niño se vuelve un hombre que odia sin saber por qué y
apoya una causa que no termina de entender solo porque anhela dejar de ser víctima
para volverse victimario.
¿Qué me gusto?
Para darles el empujón a leer este
libro, el autor es John Boyne que quizás no reconozcan su nombre pero si su más
famoso libro, El niño con el pijama de rayas. Cuando yo vi este libro en las
librerías me tiro un poco hacia atrás porque leí El niño con el pijama a rayas
y la trama, como sabrán, resulta dura, dolorosa y no estaba preparada
sentimentalmente para afrontarme a eso nuevamente. Pero por la fe a la calidad
del escritor lo compré y lo leí. Creo que son dos libros en escenarios
parecidos pero que son completamente opuestos en cuanto al enfoque del
protagonista, Bruno confía porque no sabe la maldad del mundo y cuando la
descubre se opone, pero Pierrot sabe lo que está mal y poco a poco es
embelesado y corrompido sin poner resistencia, pero ¿podríamos culparlo? Si
personas adultas se han dejado arrastrar por estos ideales del fin justifica
los medios, ¿sería capaz un niño de conservar su luz cuando todo su mundo lucha
por volverlo oscuro?
Como dije, la inocencia detrás de la
historia dura se ha vuelto la carta maestra de este autor, una carta que no
podrá usar eternamente, pero que en estas dos obras son un punto a favor.
Es una novela bastante entrañable, es
una historia que podemos recordar con el tiempo y releerla sin que nos parezca
aburrida, es una historia interesante, atractiva.
Es en cierta forma tabú, porque los
escritores y las editoriales tienen miedo de escribir (y describir) la mente de
un nazi por una sencilla razón: no quieren que se despierte nuevamente la
chispa. El Nazismo fue un partido con muchísimos seguidores porque Hitler era
encantador, como todos los líderes para bien o mal, y al entrar en la cabecita
deslumbrada de un joven obsesionado podrían ponerse cosas que justificarían,
según ellos, la discriminación, la tortura y el asesinato. Por eso aplaudo a
John Boyne por tomar las riendas y narrarlo de una manera perfecta en que el horror
y el fanatismo se mezclan en la mente de Pierrot. En que
si bien él se convence de que es lo necesario, se nos dice una y otra vez lo
espantosa que era esa vida y esa ideología.
Es extraño que el niño judío sale en
cinco páginas cuando mucho pero despertó un sentimiento en mi, será que tenía
en mente a Shmuel, pero encontrármelo en la trama fue conmovedor, especialmente
una sorpresita que nos tiene el autor.
La escritura, quienes algunos han
tildado de superficial o casi tonta, creo que es maravillosa. Para los que no están enterados, El niño con el pijama de rayas fue inicialmente promocionado como un libro para niños, y creo que este es igual, escrito con ingenuidad,
repleto de cosas implícitas, más que superficial es una escritura ligera que
elije quitarle peso a un tema duro para no volverlo un libro demasiado duro,
hay cientos de novelas y libros sobre el holocausto y creo que todos sabemos lo
que paso, pero a la hora de crear un libro de ficción ambientada hay que
conseguir una manera de hacerlo más original, y a la vez, más legible, más
soportable. Especialmente si es para todo público.
Me genera risa y llanto los momentos
en que Pierrot pregunta "¿Y por qué debo odiar a un judío?"
"¿Por qué no debo decir que soy francés?" "¿Por qué debo
maltratar a x persona?" y siempre recibe ese "Porque si, porque las
cosas son así y debes hacerlo así" y creo que en eso está basado el
racismo, la homofobia, la intolerancia en general, en un simple "Porque
si" porque si buscamos una razón válida no vamos a encontrarla.
¿ Qué no me gusto?
Estoy tratando de pensar cosas que no
me gustaron, y quizás sea más la estrategia de markenting que la novela en si.
Creo que el título y la portada fueron un intento de colgarse del éxito del
Niño con el pijama a rayas. Y también creo que hubiese sido muchísimo mejor que
no se revelara en la sinopsis que el dueño de casa era Hitler, hubiese sido una
sorpresa argumental extremadamente buena si no se hubiese revelado de antemano.
¿En conclusión?
Una muy buena novela, la mejor opción
si quieren probar al autor sin la necesidad de enfrentarse a una trama como El
niño con el pijama a rayas, dado que este libro no tiene una trama tan
peligrosa para los sentimientos. Un gran autor y una gran manera de escribir
dejan como resultado una novela que me encantó y que volvería a leer.
No lo conocía y no pinta mal aunque por el momento lo dejaré pasar. Gracias por la reseña. Te sigo por aquí ^^
ResponderEliminar¡Besos!
¡Hola!
ResponderEliminarPues la verdad tengo muchas ganas de leerlo, El Niño con el pijama de rayas me gusto mucho, me destrozo, pero me gusto; libros de la Segunda Guerra Mundial me llaman mucho mucho la atención y vamos, esta escrito porJohn Boyne, así que espero darle pronto una oportunidad. ¡Gracias por la reseña! ¡Besos!
El niño con el pijama a rayas me enamoró. Así que te agradezco de todo corazón que hables de este libro, porque pinta genial y seguro que me encanta. Un besito enorme y ya te diré qué me parece!!!
ResponderEliminarHe visto al reseña de esta novela en varios blogs y la verdad tengo muchas ganas de leerla, ¡besos!
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