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Laurent Letellier, banquero parisino convertido en
feliz propietario de una pequeña librería, encuentra una mañana de camino al
trabajo un bolso de mujer depositado encima de una papelera. Intrigado, se lo
lleva a la tienda con la intención de devolverlo a su propietaria. Sin
billetero ni teléfono, la tarea se presenta más complicada de lo que podría
parecer y Laurent, arrastrado por una irrefrenable curiosidad, empieza a
reconstruir el rompecabezas de la vida de la desconocida a través de los
objetos que contiene el bolso. El diario de Laure, que así se llama la mujer,
una libreta roja llena de anotaciones, pensamientos y recuerdos será el hilo
conductor que le proporcionará las pistas para buscarla. Pero, a la vez, la
libreta es una llave a su intimidad, y Laurent se encontrará cada vez más
inmerso y, en cierta forma, conectado a la historia de esta misteriosa mujer,
cuya búsqueda se convierte en una absorvente labor detectivesca.
A Laure la asaltan fuera de su edificio, la golpean
en la cabeza y se llevan su bolso, debido a ese golpe termina en un hospital
inconsciente y sin sus pertenencias.
Laurent se levanta una mañana como tantas para
desayunar y abrir su librería cuando se encuentra, sobre un cesto de basura, un
bolso de mujer. Siente la responsabilidad de contactar a la dueña y devolverle
sus cosas pero se complica la situación cuando nota que falta su billetera, por
lo que no hay documentos que la
identifiquen o le den una pista sobre dónde buscarla.
Confundido y por sentirse culpable de abandonarlo
lo toma y lo lleva con él, con la meta de devolverlo. Intentando conseguir
algún indicio por donde averiguar comienza a revisar las cosas, entre ellas
esta libreta roja donde la dueña anota cosas personales.
Desarrolla una especie de amor platónico hacia la
mujer que él imagina y eso lo empuja a comenzar la búsqueda. La pregunta
principal no es si logrará encontrarla, si no es ¿Qué pasara cuando la
encuentre?
¿Qué me gusto?
La literatura francesa, o en su defecto los guiones
o películas franceses, pueden gustar o no pero siempre se sienten distintos, no
sé si es la narrativa o el toque francés pero se siente el cambio de aire entre
tanto americanismo. En todos los productos franceses, al menos los que he visto
y leído, tienen un no-sé-qué-que-se-yo,
como si todo fluyera naturalmente te dan una sensación de que son suaves, que
transcurren con languidez, dedican tiempo a los detalles y a esas tomas
artísticas que no sirven para nada que son bellísimas de ver.
Se tomó la antigua idea de que la vida de una mujer
pasa por su bolso y lo volvió un libro. A Laure le roban su bolso, y lo dejan
tirado en un cesto de basura sin su billetera, es decir sin dinero ni identificaciones,
cuando nuestro protagonista lo encuentra y decide que la persona que lo perdió
querría tenerlo de vuelta, y comienza una travesía para encontrar a la mujer
dueña del bolso basándose en sus pertenencias.
La pertenencia que le da título a este libro es la
libreta roja, una suerte de diario intimo en el que Laure anotaba todo, desde
frases al azar sobre las cosas a las que le temía, hasta secretos y fantasías,
todo en manos de este desconocido que se acaba enamorando de la imagen idealizada
que tiene de ella. Y se pone como meta
encontrarla sea como sea.
Laurent, el protagonista masculino, resulta
bastante atractivo, tiene todo el cliché de lo que uno espera que sea el
francés bohemio, con su librería, su vino y su ropa despreocupadamente de
revista. Es el espécimen hipster que una espera ver en un café moderno
filosofando sobre la existencia, y al leerlos a ambos (Laurent narrando y Laure
a través de su libreta) se nota que son tal para cual.
La editorial hizo un gran trabajo, he leído
suficientes libros románticos como para que las sinopsis rara vez me sorprendan
y este libro lo consiguió. Su portada sencilla no suma ni resta, pero su
sinopsis, la idea que plantea, atrae y da curiosidad.
¿ Qué no me gusto?
Agh, la parte larga.
Lo triste de la novela que pudo ser y no fue. La
compre sin saber nada, leí la sinopsis, me encantó la idea de un romance tan
idílico, de él buscándola a través del trozo de alma que había en esa libreta y
esperaba una historia emocionante, que resultó ser bastante aburrida, irreal y
casi tonta.
Sé que puede ser una tontería, pero el hecho de que
se llamen Laure y Laurent me incomodaba la lectura, yo no soy de prestar
atención a los nombres de los personajes pero eran prácticamente la misma
palabra y si cambiaban de narrador me costaba acostumbrarme al cambio.
Normalmente no tomo los románticos con demasiada
expectativa porque sé que la gran mayoría son parecidos y prefiero sorprenderme
con una buena historia que vivir decepcionándome, pero con este libro estaba
tan ansiosa por leerlo que resulto un chasco que no tenga la emoción que yo
esperaba leer. Esperaba una búsqueda, un misterio, y un desenlace romántico que
valiera la pena y solo vi a Laurent cuidando el gato de Laure por dos cuartos
del libro.
¿En conclusión?
Una desilusión, esperaba bastante más y no resultó
ni siquiera una historia recordable, tampoco logre sentir empatía por ningún
personaje ni por la pareja en sí. Pero, como siempre digo, la opinión es mía y
para gustos los colores. Si la idea central les atrae, denle una oportunidad y
quizás vean mucho más de lo que yo vi.
Sonaba interesante la sinopsis, hasta que dijiste que era un romance. Paso, no me gustan los romances por todo lo que mencionaste arriba.
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