Bajo la misma estrella

The Fault in our stars | John Green | Autoconclusivo | 301 páginas | Nube de letras | para comprar click aquí. 

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A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes.

Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentarse, porque, nos guste o no, sólo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel -conocer a su escritor favorito-, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura a contrarreloj, tan catártica como desgarradora.

Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarlos a ordenar las piezas del enorme rompecabezas del que forman parte...

Rebosante de agudeza y esperanza, Bajo la misma estrella es la novela que ha catapultado a John Green al éxito. Una historia que explora cuán exquisita, inesperada y trágica puede ser la aventura de saberse vivo y de querer a alguien.

Bueno, para empezar estaba harta de que todo el mundo hablara de lo bueno que era el libro y yo me sentía un pequeño alíen por no haberlo leído y ahora que lo leí entiendo el porqué de su popularidad.

Hazel (o Hazel Grace, como se empeña Augustus en llamarla) es una chica de dieciséis años que asumió la muerte como un ‘efecto colateral’ y que, a fin de cuentas, lo único que la preocupa es cuantas personas saldrán heridas al momento en que ella muera.

Le gusta encerrarse en su mundo y su libro, sus padres preocupados por una supuesta depresión, la llevan a un grupo de apoyo donde conoce a Augustus Waters, un chico que a pesar de que le falta una pierna piensa que su vida “es una montaña rusa que no hace más que subir”… Automáticamente ambos se sienten atraídos. Y a lo largo de la historia ambos fortalecen el amor que crece entre ellos y se apoyan mutuamente en las peores situaciones.

Tanto Hazel como Gus quedaron impactados con el libro ‘Un dolor imperial’ y la necesidad de darle un final los lleva a la hermosa ciudad de Amsterdam, donde viven una de los momentos más románticamente hermosos que he leído y también conocen a Peter Van Houten, el autor de Un dolor imperial.

Es difícil contarles más sin darles spoilers, por lo que vamos a lo yo opino de esta maravillosa historia. 

¿Qué me gusto?

Lo más destacable de la historia es la forma juvenil y casi irónica con la que se habla del cáncer y de la muerte misma. Hazel no tiene miedo de morir, ella sabe que va a morir y lo acepta, porque sabe que morir solamente es un efecto secundario de estar vivo y que eventualmente todos vamos a morir, para ella no significa ningún problema, de no ser porque teme mucho a cuantas personas pueda llegar a dañar cuando muera. Augustus en cambio, si bien no teme morir, si teme desaparecer.

Es un libro que realmente merece ser leído y comprendido, tanto Hazel como Augustus tienen tan asumido el hecho de su muerte que simplemente se dedican a vivir y aprovechar cada segundo juntos; pero no de una manera desesperada por no desperdiciar los minutos, si no que todo el libro se resume a que ambos luchan porque los demás vean que a pesar de tener cáncer no son inválidos, que pueden amar y disfrutar como cualquier otra persona.

Es un libro profundo pero de lectura rápida y livianita, no crea esas situaciones que pesan como el plomo y que te hacen sentir mal, incluso en las situaciones más tristes o desalentadoras, algún personaje le da un toque de humor y liviandad que se agradece porque el cáncer y la muerte son temas que podrían volverse realmente agobiantes si no se les narra con determinado estilo.

John Green tiene ese estilo maravilloso de escribir, en que sabe quitarle peso a las situaciones más desgarradoras y hacer que parezcan solo un momento más. Puede que te haga llorar, pero lo más posible es que mientras lloras y lees se te forme una sonrisa, porque no es un libro que te rompa el corazón y te deprima, es un libro que te rompe el corazón de lo hermoso que es.  

Hay tantas frases que no se olvidan, esas frases que vale la pena copiarlas y pegarlas en tu pared para verlas cada día, si hay algo rescatable de este libro es primordialmente sus frases y sus metáforas, está repleto de cosas para reflexionar y sentirse agradecido de estar vivo.

No es un libro sobre cáncer, todos los dicen y yo lo reafirmo, es un libro sobre amor y crecimiento de personas que les tocó en la ruleta cargar con esa enfermedad. Uno de los mensajes claros de este libro es que la enfermedad es solo una pequeña parte de una persona, pero no es la persona al completo.

No es un libro que vayas a olvidar fácilmente con el paso de los años, no son personajes o diálogos que se desdibujan con el tiempo, es una historia, que te guste o no, se queda grabada en tu cabeza y no muchos libros logran hacerlo.

Tiene un gran reparto de personajes, desde los protagonistas a los secundarios, todos tienen un porqué y sus momentos. Personalmente, me encantó Isaac y su historia y el lugar que le dieron. 

¿Que no me gusto?

Es un libro muy bonito que podría haber llegado a convertirse en un gran clásico de no ser por la manera grotesca y agotadora en que se lo comercializa, está tanto en todos lados que la gente se agobia si quiera antes de leerlo. Y es muy triste, porque volvieron una historia profunda en un libro considerado comercial y no es un titulo justo para semejante novela.

¿En conclusión?

Una historia de amor y superación maravillosa que merece ser leída aunque sea una vez en la vida, con un mensaje de que la vida y la muerte están conectadas, de que es inevitable sentir dolor pero también sobre lo mucho que podemos experimentar y sentir a pesar de que los días puedan estar contados. Un libro que recomendaría sin pensarlo dos veces.

* *" Expliqué a Augustus los principales episodios de mi milagro: me diagnosticaron estadio IV de cáncer de tiroides cuando tenía trece años. (No le dije que me lo diagnosticaron tres meses después de que me viniera la regla por primera vez, en plan: <<¡Felicidades! Ya eres mujer. Ahora, muérete>>.)”

*”   -¿Puedo volver a verte? -me preguntó. Su voz sonó nerviosa, y me pareció entrañable.    -Claro -le contesté sonriendo.    -¿Mañana? -me preguntó.     -Paciencia, saltamontes -le aconsejé-. No querrás parecer ansioso...    -No, por eso te he dicho mañana -me contestó-. Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de la mañana.”

*” entre el autor y el lector hay una especie de contrato no escrito, y creo que no acabar un libro infringe ese contrato.”

*” Que soy como... como una granada, mamá. Soy una granada, y en algún momento explotaré, así que me gustaría que hubiera el menor número de víctimas posible, ¿de acuerdo?”