La solitaria lady
Elizabeth Harcourt nunca se casó y anhela con desesperación algo que le dé
sentido a su vida. Lo encuentra cuando el azar la lleva al suntuoso estudio del
pintor Gabriel Cristofore que insiste en retratarla, con el pretexto de hacerle
justicia a su arrebatadora belleza. Elizabeth no tarda en darse cuenta de que
lo que Gabriel planea tiene poco que ver con la pintura, pues su verdadera
pasión es el arte de la seducción.
Desde que la vio
por primera vez, Gabriel supo que la piel inmaculada y los labios de rubí de
Elizabeth prometían un placer absoluto al hombre que lograra conquistarla.
Inquieto, se debate entre el inmediato deseo de seducirla y postergar ese
impulso el tiempo necesario para conocerla en profundidad. Gabriel está a punto
de descubrir que no es tan fácil abandonar algunos romances. Sobre todo, cuando
el corazón de un bribón ha sido capturado.
La principal razón para leer este
libro es porque era el único que tenía sin leer de un estante y lo agarré
después de bastante tiempo en mi librero. Otro detalle es que tengo unos
cuantos libros sin reseñar y por fin hice una lista con los libros que tengo
para reseñar así que voy a ir en el orden de la lista.
Este es un romántico histórico muy
sexy, si les interesa el género sigan leyendo, si no…bueno, tengo reseñas de
todo tipo para ir subiendo así que pueden esperar alguna otra.
Lady Elizabeth Harcourth es la hija
solterona de un duque (o un conde, o un varón, la verdad siempre me mareo
bastante con los títulos de nobleza), solterona entre comillas porque tiene
unos treinta años. Aburrida de la rutina y el tranquilo día a día al que fue
condenada por no casarse, se sorprende cuando un obsceno y coqueto hombre le
dice un par de halagos inapropiados.
Este hombre no resulta ser otro que
Gabriel Cristofore, un hombre atractivo que además de tener un alma de artista,
tiene un talento excepcional para ser un rompecorazones y un cazafortunas.
Elizabeth, muy ingenuamente, va a
parar a la boca del lobo cuando acepta la propuesta de Gabriel de retratarla…en
su estudio…a solas.
Paralelamente tenemos la historia de
John y Marie, el padre de Gabriel y la ama de llaves de la casa de Elizabeth
que tienen un amor a primera vista o algo así y también seguimos un poco su
tira y afloje. Aunque no me gusto demasiado su romance.
Y por último, también seguimos la
historia del padre de Elizabeth y su esposa adolescente Charlotte, que si me
intereso pero me disgusto en ciertas partes que ya me voy a explayar más abajo.
¿Qué me gusto?
Me gustan los románticos históricos,
los disfruto más que los contemporáneos porque las cosas se desarrollan un poco
más lento.
Gabriel es un personaje interesante,
es atractivo porque tiene esa actitud de trotamundos que te hace entender a
Elizabeth a la hora de enamorarse de él, es el tipo de hombre que podría
decirte que es el dueño de la luna y le creerías.
En el momento en que Gabriel escoge
entre el dinero o Elizabeth de verdad me sorprendió mucho la elección y como lo
llevo la autora, me hizo preguntarme si la trama era tan plana como yo la creía
o si había un final inesperado.
Me gusto, y aunque suene horrendo,
que no usaran la palabra verga, no sé porque todos los libros eróticos están empeñados
en usar esa palabra tan desagradable y si bien en los libros contemporáneos la
tolero, no creo que en Londres del siglo XIX dijeran la palabra verga.
Es corto y se lee rápido, como para
una chica amante del género romántico que tiene una tarde libre o un viaje
corto y quiere darle una leidita a algo.
El padre de Elizabeth y Marie
tuvieron un romance, ella era la mucama y él empezó a ir a su cuarto a ejercer
su poder de noble, con el tiempo se enamoraron pero él se casó dos veces con
mujeres a su altura, dejando a Marie en las sombras; me gusto que Marie pusiera
un alto, que se hiciera respetar, lo mandara con su esposa y la dejara ser
feliz.
¿Qué no me gusto?
No es una historia repleta de
personajes o situaciones por lo que no hay demasiado para que me guste o
disguste.
No me gusto que Elizabeth dijera que
no le importaba que su vida se hiciera pedazos si podía ser amante de Gabriel,
entiendo el amor y la pasión de la historia ¿pero no hay nada de amor propio? Además
se me hizo demasiado irreal que no supiera que el pene se llama pene o para que
sirve, tiene treinta, se que en esa época las cosas eran menos informadas, pero
dudo mucho que con la relación estrecha que tiene con el ama de llaves, Marie
(con sus buenos años) no le haya explicado nada, aunque sea para cuidarse de no
ser “deshonrada”.
Y ante todo deteste un momento,
Charlotte, la madrastra de Elizabeth, es una jovencita envidiosa y caprichosa,
es ella quien delata a Elizabeth y Gabriel, pero al final la autora la “castiga”
haciendo que el padre de Elizabeth la viole y le pegue, creo que es como que
quiere dejarnos satisfechos con que Charlotte va a ser infeliz toda su vida
siendo golpeada y forzada por su marido y sentí tanta pena por ella, ¿Quién no
es caprichoso a los dieciséis o diecisiete años? ¿Quién no delató con los
padres a un hermano o algo por el estilo? ¿Merecemos ser golpeadas y violadas
por algo como eso? Definitivamente no, me pareció cruel e innecesario.
¿En conclusión?
Novela simple, rápida, sin demasiada
trama, con una historia de amor bastante erótica y artística que puede gustar
bastante a las amantes del género pero que no va a tentar a los que prefieren
una novela con mucho contenido.
Pero bueno, son las novelas que
compro en ofertas y no podemos esperar mucho más que eso.
¡Hola! No se si lo apuntaría, pero lo tendré en cuenta, de todas formas gracias por tu reseña :D
ResponderEliminarTe he nominado al premio Best Blog aquí
Besooos <3