A fair maiden | Joyce Caron Oates | 225 páginas | punto de lectura | para comprar click aquí.
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La vida de Katya Spivak, una adolescente de
dieciséis años, cambia el día en que conoce a Marcus Kidder. Esa mañana de
verano ha salido a dar un paseo por las refinadas calles de Bayhead Harbor con
los dos pequeños que tiene a su cargo, cuando se le aproxima un elegante y
canoso caballero de apariencia inofensiva e incluso agradable. Su preciosa
casa, los libros infantiles que ha escrito, su música clásica, las maravillosas
obras de arte de su estudio, los generosos regalos que él le hace: la vida del
señor Kidder no puede ser más distinta de la monótona existencia de Katya en el
entorno obrero de su hogar, ni más tentadora. Sin embargo, con el correr de los
días, algo cambia de forma casi imperceptible. Ella sabe lo que hay en juego:
él la desea pero, ¿qué es lo que quiere en realidad de su «hermosa doncella»? Y
¿hasta dónde llegarán ambos para alcanzar sus metas?
Este es un libro que no va a atraer a
muchos de ustedes por la simple descripción de los protagonistas, pero no se
vayan porque no es lo que piensan.
Katya Spivak es una joven de
dieciséis años que pasa sus veranos trabajando de niñera para familias ricas
porque necesita la paga desesperadamente, para su educación y para saldar las
deudas de su madre alcóholica. Un día, mientras pasea a los dos encantadores
niños que cuida, se encuentra con el protagonista masculino de este libro y desháganse
de esperanzas y prejuicios porque acá empieza lo interesante de la novela.
Marcus Kidder es galante, artista y
rico, con sus sesenta y ocho años sigue siendo un buen espécimen que fija sus
ojos en Katya.
Ya veo a muchos de ustedes mirar esto
con ojitos de cordero a punto de ser degollado, ¿Es pederastia? No del todo,
porque Katya se harta de recordarnos toda las experiencias que ha vivido antes
de Marcus y que su inocencia esta mas muerta y sepultada que Hannah Montana después
de We cant stop.
Por eso este libro no habla de amor
ni específicamente de sexo, sino es mas bien un libro que hurga en la
psicología de esta relación peculiar que tiene como único fin ahuyentar la
soledad que tanto Katya como el Señor Kidder padecen.
¿Qué me gusto?
Es un libro a ciencia cierta muy
triste. Porque Katya no siente atracción por Kidder, sino que siente atracción
por la idea de que alguien la quiera. Cuando no está con él, añora su nombre en
la sociedad, su arte, sus misterios pero no a Marcus en si mismo y cuando está
con él, siente verdadera repugnancia a dejar que la toque. Y por eso es triste,
Katya carga con la mala reputación de su apellido y con su familia
disfuncional, entonces cuando aparece este hombre que parece tener el mundo en
la mano ella queda fascinada ante la idea de una vida así.
¿A lo Lolita? Bastante si, Humbert y
Marcus podrían jugar una pulseada sobre cuál de ellos es más perverso y creo
que aun así seguirían empatados. Me caen mal, pero me atrapan. Quiero entrar en
sus cabezas y entender el porqué o el cómo hacen lo que hacen. Marcus me
repugna por tres razones en especifico, la primera es que se aprovecho de la
necesidad de Katya por ser querida para arrastrarla a su oscuridad, la segunda
es que es un pederasta que escribe libros infantiles y eso es espeluznante y
por último, a buen entendedor pocas palabras, no le interesa si las cosas
tienen que hacerse por las buenas o por las malas con una chica. Y quizás por lograr
que me repugne, es por lo cual es personaje está muy bien hecho. No está fabricado
para que lo entendamos, lo justifiquemos o simpaticemos, está escrito para
envolver a Katya y para darnos una lectura interesante y psicológica. Es de
esos personajes que están creados para ser leídos y no para que nos sintamos
identificados con la historia. (En caso
de sentirse identificado con este personaje, vayan a un terapeuta, por favor).
La atracción, por así llamarlo, es
muy progresiva y extraña. Porque no hay una historia de amor real, es
necesidad, lastima y egoísmo. ¿Por qué egoísmo? Porque Katya quiere el dinero
de Marcus, quiere presumir que va a una mansión cara y que un hombre rico
conoce su nombre y la desea, es algo que la enorgullece. Y Kidder quiere tener
a su doncella cueste lo que cueste, por su necesidad de compañía y de complacer
sus placeres. Son personajes con muchos matices y eso logra que la relación
entre ellos sea bizarra pero buena para una novela.
Y por último, la sinopsis y la
portada me gustaron muchísimo. De hecho no sabía nada de este libro y lo compre
porque me gusto mucho la estética de la edición, a pesar de que es en formato
de bolsillo y no suelen ser las ediciones que mas me gustan.
¿Qué no me gusto?
Es un libro raro porque lo mismo que
me gusto fue lo que no me gusto.
Los matices, las perversiones, los egoísmos,
no me gustaron las personalidades, pero en ningún punto considero que sea algo
perjudicial para la novela, todo lo contrario, la autora tiene muy buena pluma.
Marcus al principio me pareció
atractivo, como a Katya, pero mientras mas pasan las páginas mas decrepito se
vuelve él, su personalidad y su moral y llega un punto en que me genera
verdadero asco, especialmente en un acto muy cerca del final.
Es un libro vulgar bajo una fina capa
de elegantisismo, cosa muy bien lograda por la autora. Es suficientemente
explicito como para que nos haga fruncir el ceño pero no lo suficiente como para
querer apartar el libro.
Soy consciente de que es un buen
libro, en varias críticas que leí por ahí dicen que es una gran novela, pero a mí
no me atrapo al punto de tener la necesidad de seguir leyendo, yo podría haber
abandonado el libro a la mitad y no me habría dado pena. Y lo siento mucho con
la autora, porque escribió un libro repleto de factores que podrían haberme
encantado pero que simplemente no me complacieron del todo.
¿En conclusión?
Una buena novela, muy bien escrita y
con personajes muy bien formados, que si bien no me enloquecieron tanto como yo
creía que iba a pasar, forman una lectura interesante y bastante apetecible.
*-Era evidente que Marcus Kidder no era un hombre acostumbrado a que le contradijeran; su buen carácter y su caballerosidad eran posibles sólo cuando se le obedecía en todo. Cuando se encontraba con oposición, se enfurecía. Y eso ocurría, pensó Katya, con todos los hombres que había conocido, incluido su padre."
*"No contradigas a un hombre. Si quieres que te quiera, no le contradigas."
*"No existe miedo más primitivo que el miedo a que no nos amen y no nos protejan"
*"A Katya Spivak no le bastaba que esos chicos la pudieran desear sexualmente; cualquiera podía desearla. Lo que anhelaba por encima de todo era que la quisiera a ella, a Katya Spivak. Que le dijeran que era especial, no una chica cualquiera."
Pues no había oído hablar del libro, pero si lo comparas un poco con Lolita creo que la temática me va a crear un poco de repulsión. Gracias por la reseña!
ResponderEliminar¡Saludos!
¡Hola!
ResponderEliminarNo lo conocía, pero... no sé, puede que me haya picado la curiosidad después de leer tu reseña. La verdad es que ese tema que se toca, de que no es amor porque lo que quieren es librarse de la soledad... no sé, pienso que puede estar bien.
Tienes una nueva seguidora.
¡besos!
Hola! no conocía este libro pero no me llama demasiado por lo que cuentas.
ResponderEliminarMe apuntado a la iniciativa seamos seguidores, ya te sigo ^^
un beso.
Hola!! Soy Esther Galán del blog El Lado Oscuro. Yo también formo parte de la iniciativa "Seamos Seguidores". Te sigo y te dejo el link de mi blog.
ResponderEliminaresthervampire.blogspot.com.es/
Un abrazo y nos leemos!!