jueves, 3 de septiembre de 2015

Una dosis de realidad.

No me gusta usar el blog para nada que no sea libros, películas o cosas relacionadas, pero no me quedaría tranquila si no publicara esto.
Tengo 543 seguidores, son 543 mentes siguiendo este blog, y no soy ingenua, se que probablemente muchos están ahí solo para que les devuelva el follow, pero también se que a muchos les importa esto y por eso lo publico.

Acabo de ver la foto del niño sirio muerto en la costa, tres años y un cadáver dolorosamente pequeño. Y también vi a toda la gente en twitter lamentándose por su muerte.

Lo siento mucho por esa pequeña vida que se extinguió, de verdad lo siento muchísimo, pero a todos estas personas que comparten imágenes de niños desnutridos, pobres o muertos ¿cuándo fue la última vez que hicieron algo para cambiar esa realidad? Se la pasan compartiendo imágenes de África o de la guerra en Siria, cuando es bien sabido que America latina no esta precisamente en sus mejores épocas.
En cada ciudad y pueblo hay gente pobre y niños carensiados, si tanto te duele ese cuerpo pequeño muerto no te quedes mirando la foto y twitteando, no busques sucesos tristes al otro lado del océano, anda a tu alacena, agarra esos paquetes de arroz o fideos y dónalos a la gente pobre de tu ciudad, porque te aseguro que esos nenes que piden monedas a la vuelta de tu casa sufren tanto el hambre, el frío y el abandono como los niños africanos, que no salgan en la tapa de una revista no significa que no existan.

Compartir una foto, no salva vidas, no llena estómagos ni abriga a nadie. Se que indigna y da impotencia saber lo que pasa en Oriente y se que es necesario darlo a conocer para que alguien actúe, pero si realmente queremos hacer una diferencia no dejemos que nuestros propios niños terminen siendo un cadáver dolorosamente pequeño.

Sé que la gran mayoría de nosotros no podemos solucionarles la vida, regalarles casas a los indigentes o curarle las enfermedades, pero piensen cuantas veces en lo que va de la semana tiraron algo de comida y piensen en esos chicos que tienen el estómago vacío. Posiblemente no podamos hacer que sus vidas cambien dramáticamente, pero si podemos asegurarnos que hoy y mañana no pasen hambre. Y también vamos a cambiarles su futuro enseñándoles que hay gente a quién le importan, que aunque muchos poderosos decidan ignorarlos para nosotros no son parte del paisaje, que existe algo más en nuestra raza que el egoísmo y el resentimiento.

Ojalá todos los niños de Siria puedan llegar a salvo a los centros de refugiados y que los traten como es debido, que todos los de África tengan agua potable y que las niñas de India no sean comerciadas, pero no nos olvidemos que nosotros tenemos nuestras propias infancias perdidas a la vuelta de la esquina.

Donen, ayuden, colaboren y no seamos tan estúpidos de pensar que nosotros nunca vamos a necesitar que nos ayuden, porque grandes fortunas han ido a parar a los caños y nadie tiene una vida totalmente asegurada. Somos privilegiados, pero tenemos que ser merecedores de esos privilegios.

En fin, gracias por leer esto, ya en la siguiente entrada vuelve el contenido usual, pero de verdad necesitaba escribir esto.

Y que descansen en paz Aylin y Galip Kurdi, los dos niños sirios de tres y cinco años respectivamente que murieron en ese viaje junto con su madre y otras personas. Ojalá que en su próxima vida sean recompensados por lo que sufrieron en esta.

"Si te molesta la violencia de las imágenes que son publicadas, tienes que hacer algo para detener la violencia, no para detener las imágenes."

3 comentarios:

  1. Me encantó la entrada, tienes muchísima razón. De verdad me gustó mucho.
    Un beso.

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  2. Es muy de acuerdo contigo, con compartir una imagen no ayudamos a nadie debemos ponernos manos a la obra
    Saludos
    Te invito a visitar mi blog
    -Gleivis-

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